El otoño ya está aquí

 

Al fin llegó el otoño y la encantadora caterva que forman los músicos de la Orquesta Imaginaria ha querido celebrar el evento con esta versión del primer movimiento del concierto n.º 3 en fa mayor, Op. 8, RV 293, "L'autunno" (El Otoño) de Antonio Vivaldi

Día de hablar como los piratas

El romántico pasado de algunos miembros de la OI no permite que estos días pasen sin que sean especialmentes celebrados, así que ¡Ah del barco! grumetillos de agua dulce. Sustituid "Da Capo" por ¡Al abordaje, sanguijuelas! y por las barbas de Neptuno que al que pille haciendo el vago y desafine va a repasar la gatera con las orejas hasta que le salga brillo.

Gritad todos ¡Yo, ho, ho! que si llevamos a buen puerto esta empresa habremos de ajustar la braza mayor en cuanto el sol esté sobre la verga del trinquete

Vals nº 1

No siempre una orquesta del prestigio de la OI es invitada a amenizar los bailes que la aristocracia organiza para festejar las pamplinas que le son propias. En esta ocasión y con motivo de su puesta de largo, la hija menor del barón Fon Pibodee -Sta. Daisy Fon Pibodee- lució con igual malaje las generosas virtudes de su juventud y las joyas que forman parte de su dote.

Durante el evento los más avispados de nuestros músicos, atentos a cualquier gesto de Herr Direktor Emanuel Meller, observaron que las joyas que portaba la Sta. Fon Pibodee podían representar un valor equivalente a pasar unas lujosas vacaciones en las islas caribeñas o tal vez nuevas fundas dentales para todos.

Imbuidos por esta idea y fieles al lema “Se consigue más con buenas palabras y una pistola que sólo con buenas palabras” pudieron convencer al barón de que la dote estaría mucho mejor empleada si pasase a formar parte de nuestro patrimonio. Hay que mencionar que su ejemplo fue inmediatamente seguido por su familia y resto de invitados que intiutivamente comprendieron lo que la situación les requería.

Antes de irnos, y como muestra de nuestro agradecimiento, la Orquesta Imaginaria correspondió a la generosidad del barón deleitándole a él y a sus invitados con el vals que acompaña a esta crónica. Lo bailaron, todo hay que decirlo,con cierta desgana.

El Canon de J. Pachelbel

Al fin hemos conseguido algunos instrumentos con los que continuar nuestros ya legendarios conciertos. Sea por las duras negociaciones, sea por las veladas amenazas contra la integridad físico-moral de los más reacios (nunca se sabe qué influirá más en el ánimo de un avaro) los luthieres de la zona han accedido a proporcionarnos algunos instrumentos de cuerda a precios más que razonables. Esta donación -no hay por qué ocultarles la realidad por más tiempo- constituye el inicio de la inminente reaparición de la OI en todo su esplendor. En tanto formalizamos los detalles de próximos conciertos nuestros fans habrán de conformarse con esta grabación informal de un ensayo en la que la sección de cuerda frotada -liderados por nuestro primer violín Herr Wolfgang Amadeus Von Píbody- improvisan bellas melodías ilusionados con sus nuevos instrumentos. Que el resultado parezca talmente el famoso Canon de Johann Pachelbel es pura casualidad.