lunes, 26 de diciembre de 2016

Suite "El hombre lobo" Escena 5



El hombre lobo. Escena 5
No se sabe muy bien cómo (o quizás sí se sepa pero no he visto todo el capítulo) Lawrence, algo desaliñado, se encuentra con Rosemary y unos amigos que estaban en el bosque. Rosemary ha encontrado el tan deseado mechero y cuando va a devolverlo a su legítimo dueño observa con desilusión que se ha quedado sin gas y sólo salta la chispa. Este hecho es interpretado por Lawrence como una afrenta y decide que en futuro su familia sólo utilizará mecheros de mecha, que pueden atarse al cinturón y es más difícil que se pierdan.

sábado, 16 de abril de 2016

2016 International Horror Hotel Competition

Esta mañana me han notificado el fallo del jurado del "2016 International Horror Hotel Competition". Se trata de un concurso de composición en el que había que poner música a un trailer. He obtenido un galardón por haber quedado en 9ª posición. En cuanto los organizadores lo hagan oficial pondré los enlaces para que podáis ver de qué se trata.

martes, 15 de marzo de 2016

Suite "El hombre lobo" Escena 4



El hombre lobo. Escena 3
Lawrence, enfurecido por no conseguir que le devuelvan el mechero, marcha a Londres a hacerse una analítica donde, por culpa de un quíteme usted esas pajas, forma un pifostio de dos pares con el simpático cuerpo de policía local en pleno que aquella noche celebraba sus fallas dedicadas, casualmente,  al mechero-pistola

lunes, 11 de enero de 2016

Suite "El hombre lobo" Escena 3


El hombre lobo. Escena 3
Lawrence Talbot, que ha perdido la competición, despierta en la casa paterna con unos cuantos arañazos más de los que tenía al empezar el día. Se encuentra allí con su cuñada (pongamos que se llama Rosemary) que nada más despertarse Lawrence se dedica a hacerle ojitos. Más tarde Rosemary se encuentra con Sir John por las escaleras (se ha estropeado el ascensor). Sir John, dedicado a la ingesta de manzanas, pone cara de panoli mientras Rosemary le explica no sé qué sobre una palangana que lleva. A Sir John, consecuente con su rancio abolengo, se la trae floja.